viernes, 5 de octubre de 2018

IMPRESIONES: SOL PONIENTE

El pintor a quien llaman la tormenta ha trabajado bien,
     esta tarde,
Figuras de gran belleza se reunieron
Bajo un pórtico a la izquierda del cielo, allí donde
      se pierden
Esas gradas fosforescentes en el mar.
Y hay agitación en ese tropel,
Como si un dios hubiera aparecido,
Rostro de oro entre las otras sombras numerosas.

Pero estos gritos de sorpresa, casi cantos,
estas músicas de pífanos y estas risas
No nos vienen de esos seres sino de su forma.
Los brazos que se abren se rompen, se multiplican,
Los gestos se dilatan, se diluyen,
Sin cesar el color se vuelve otro color,
Y algo distinto del color, así las islas,
Restos de grandes órganos entre los nubarrones.
Si aquella es la resurrección de los muertos, esta semeja
La cresta de las olas en el instante en que se rompen,
Y ahora el cielo está casi vacío,
Solo una masa roja que se desplaza
Hacia un lienzo de pájaros negros, al norte, piando,
       la noche.
Aquí o allá
Una charca aún agujereada
Por un ascua de la belleza en cenizas. 
                                                               Yves Bonnefoy.