Lienzo en blanco, mi sombrero en la mano para protegerme del sol y comienzo...... un camino ... un lugar lleno de plantas y con aromas a todo, a tierra mojada, de olor a aire.... ¿ si el aire también huele !, a flores, a mañanas de domingos de mi infancia, cuando iba al parque a pasear. Aquellos parques... con jardines llenos de flores y plantas, rincones acogedores con fuentes para beber, estanques con patos y palomas alrededor de los merenderos donde les echábamos migas de pan y granos de trigo, donde había sillas como esta que se ve en el cuadro y pintando los evocadores recuerdos,...... cuando quise darme cuenta, simplemente..... olvidé el sombrero, prendido en el respaldo de la silla .
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