Van Gogh se corta la oreja
La envuelve en un paño
Que lentamente se tiñe de rojo
Y te la envía
A ti
¿ Que haces tú con esta prueba
De amor, locura, ¿ dolor?
¿ La tiras con repugnancia al fuego de la chimenea
O a la basura?
O la escondes furtivamente, tal vez con cierto orgullo
en un cofrecillo
Una vez susurraste en ella algo
Que tú has olvidado
Pero él recordaba
Tengo la vaga idea de
Que esa oreja sigue existiendo
Atenta
Un receptor eterno
Escuchando eternamente
La luz de los crueles sembrados
y el rumor del sol implacable. / Lars Forsell /.
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